ID-100332256_optOur profession is becoming more data-driven by the day; our world is becoming more data-driven. Publishers, writers, journalists, influencers, and creators all expect data to be part of the work we do. Yet the talent pool of data-driven, technology-proficient public relations professionals isn’t growing in proportion to the challenge before us, Christopher Penn, en The citizen analyst manifesto

Nuestra profesión cada día está más basada en los datos; nuestro mundo también. Los editores, escritores, periodistas, personas influyentes y creadores esperan que los datos formen parten de su trabajo. Sin embargo, el talento vinculado a los datos de los profesionales de la comunicación más adaptados a la tecnología no crece en la misma proporción que el reto que tenemos ante nosotros

La revolución que, a todos los niveles, estamos viviendo tiene su epicentro en la comunicación.

El entorno digital y todo lo que conlleva de nuevas actitudes y pautas de comportamiento ya ha zarandeado, pese al escepticismo de muchos, entornos como la comunicación institucional o la política. Algunos han notado la sacudida pero aún no saben el motivo 😉 Y, lo que es más grave, no son conscientes de qué deben hacer para evitar nuevas réplicas.

Y sin tiempo para reponernos, llegan nuevos conceptos, nuevas fórmulas, nuevos usos… que deberían incidir directamente en el modo en el que los profesionales de la comunicación trabajamos.

Uno de ellos es el Big Data. Pero tal y como ha ocurrido, todavía ocurre tristemente, con los social media conviene detenerse a pensar cómo nos afecta, cómo podemos aprovechar la multitud de datos que diariamente recopilamos de nuestros clientes, empleados…

Piensa en grande, pero comienza a planificar en pequeño.

Parece claro que su uso puede suponer una nueva revolución en el modo en el que gestionamos la comunicación en las empresas.

De hecho, la información es la materia prima de cualquier departamento de comunicación y poco a poco vamos a tener más y mejores datos sobre todos los procesos y las personas que se relacionan con nuestras organizaciones.

Pero su posible importancia estratégica futura no nos debería distraer de las enormes dificultades que para miles de empresas y organizaciones encierra aprovechar parte de su potencial actualmente. Si es con la comunicación, y aún estamos como estamos 😮

Hoy las compañías tienen más acceso a los datos que hace unos años y cada vez tienen menos herramientas para saber cómo usarlos, Fernando Meco

En muchos casos, y no estoy pensando solo en las instituciones públicas, hay que acabar con esa obsesión por acumular y mantener bajo siete llaves datos, conocimientos y experiencias que serían de gran valor para toda la organización (el llamado síndrome Gollum).

Si no existe una cultura previa que avale estas conductas, es imposible pensar en ninguna estrategia de big data.

Porque en el futuro, algunas empresas como Amazon ya lo hacen, seremos capaces de predecir conductas y comportamientos de compra, pero mientras tanto…

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Fuente de la imagen: Freedigitalphotos

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