He recuperado una entrevista con James Grunig, considerado el padre de las relaciones públicas modernas, en la que desgrana con absoluta sencillez las claves del arte de la comunicación y las relaciones públicas, independientemente de las herramientas que se empleen.
Algunas cuestiones, que ahora parecen tan modernas, son la esencia de una buena estrategia de comunicación y deberíamos aplicarlas en nuestras organizaciones desde el principio, mucho antes de interesarnos por el entorno 2.0.
Como resumen, me gustaría citar algunos extractos que tan cercanos vemos a las nuevas tendencias que, según muchos, marcan las relaciones en las redes sociales:
- «Las relaciones públicas implican resolver problemas (…). Si hay un problema que afecta a los stakeholders, estamos en nuestro terreno».
- «Escuchar es siempre una buena estrategia. Si hay un problema en una relación se debe empezar por escuchar a la otra parte y entrar en un proceso reflexivo del porqué se creó la mala relación. Básicamente todo es escuchar, entender y cambiar de comportamiento«.
- «Ese es el rol de las relaciones públicas: no promoción, publicidad o publicity sino interacción y comunicación con los públicos antes de que se tomen las decisiones».
- «El principal uso de las relaciones públicas es cultivar y desarrollar relaciones. Si espera a que ocurra una crisis será difícil comunicarse con el público afectado. Las empresas deben anticipar cuáles serán sus crisis (…)».
- «Las relaciones públicas se han convertido en un tema estratégico (…). Para que la gente piense bien, la organización debe portarse bien«.
- «La gente presta más atención a las noticias negativas que a las positivas (…). La solución no es colocar una noticia positiva que cubra o tape lo que realmente sucede«.
- «Si hay poco presupuesto, es mejor pensar estratégicamente e invertir dinero para investigar qué programas de comunicación pueden tener mejor impacto».
- «El marketing de relaciones es salir de la publicidad y pensar de dónde el consumidor obtiene información. Yo pensaría más en la relación que tienen las personas con el producto en lugar de invertir en publicidad«.
Sencillo, claro e irrebatible. Un auténtico manual de comunicación en apenas 250 palabras.