¿Qué modelo de organización prefieres, basada en el miedo o en la felicidad?
En época de turbulencias, los sentimientos nos dominan. Y el miedo es uno de los más poderosos.
Sorprende, sin embargo, que los responsables de muchas organizaciones no solo no pongan freno a los temores sino que los incentiven con el propósito de lograr unos resultados que no llegarán.
Porque el miedo no motiva, no involucra, no genera confianza. El miedo paraliza.
Y las organizaciones y sus gestores deberían saberlo. Si no lo saben quizá estén incapacitados para liderar personas y proyectos.
Y la crisis nos ofrece una oportunidad de apostar por otras fórmulas, de fortalecer la comunicación interna e involucrar a los empleados en una visión común.
¿Por qué no se fomenta la colaboración, la creatividad, la inteligencia y el conocimiento compartidos?
¿Alguien duda de que 100 empleados (comprometidos, motivados, con confianza) van a aportar más y mejores soluciones a los problemas reales de una empresa que una sola persona, por mucho que en la puerta de su despacho ponga director general?
Parece más sencillo, a tenor de la realidad, apostar por el sistema KITA (kick in the ass) que por ofrecer a los empleados la oportunidad de involucrarse, de ser escuchados y valorados, de diseñar un horizonte común.
Aunque solo fuera por egoísmo, las empresas deberían estar encantadas con esta segunda opción, porque tal y como afirma el experto en felicidad en el trabajo Alexander Kjerulf: “Cuando el agua sube suben todos los barcos”.
Así que facilitar la felicidad de los empleados debería ser uno de los principales objetivos de las organizaciones. Obtendrían un mayor rendimiento individual y unos mejores resultados colectivos.
Sin embargo si -como afirma Eduardo Punset- la felicidad es la ausencia de miedo, parece que aún estamos lejos de la primera.
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4 Comentarios
Lucía
Genial!
Luis Miguel Díaz-Meco
Muchas gracias Lucía.
Celebro que te haya gustado el artículo.
Un saludo!
Lili
Una reflexión muy acertada y oportuna, realmente necesaria. Como comunicadora, cada día me pregunto por qué es tan difícil persuadir a algunas personas, sobre todo en el ámbito empresarial, de estas verdades que, a simple vista, parecen tan claras. Ahí está nuestro reto.
Sigo con mucho interés tu blog, Luis. Gracias por compartir tus conocimientos y reflexiones.
Lidia
http://www.lscomunicacion.com
Luis Miguel Díaz-Meco
Muy amable Lidia.
Muchas gracias por tu interés, por el seguimiento 😉 y por la referencia a tu empresa.
Un saludo